Ruta día 1
Como sabéis el viaje empezó con mi empecinamiento de conocer toda España, sólo me faltaba Almería (amén de las Islas Canarias) pero yo hablo de ir en moto. Según iba avanzando en el viaje, gente de diversa índole se iba poniendo en contacto conmigo, básicamente moteros, ayudándome en algunas ocasiones y liándome en otras.
Empieza el día a las 6.30 de la mañana, la moto había quedado cargada el día anterior. Según la previsión más optimista íbamos a ir esquivando la lluvia, pero viniendo Fata tenía mis dudas. El caso es que Bilbao amaneció sin lluvia y nos pusimos en ruta. Empezar a salir de Bilbao y empezar a llover, todo uno. Parada a poner los trajes de agua que no los quitaríamos hasta la comida. Como no era plan de mojarse a lo tonto aprovecho que tenemos autopistas y avanzo hasta Logroño.
De Logroño a Soria por Piqueras un habitual de nuestros desplazamientos hacia el Sur.
Con la obsesión por la lluvia, ni había mirado una página que tengo en favoritos del ordenador sobre alertas varias y ese día había alertas por viento. La cosa más desagradable para ir en moto y nos iba a acompañar casi todos los días.
Luego nos explicaron que si se pasan en la producción de energía, Europa les multa. Así que tantos y tantos molinos de viento (la famosa energía verde eólica, sostenible) parados. Como dice Fata: hay que joderse. Aprovechábamos las paradas a repostar para entrar en calor, tomar algo, llamar a los que nos esperaban en Tomelloso informándoles de nuestra situación y a Marci (del foro Fjr) que me había dicho que no podía ir a Tomelloso sin pasar por su pueblo (Alcazar de San Juan).
Por encima de la presa de Pareja.
Y a lo tonto a lo tonto llegamos a Alcazar de San Juan sobre las 16h. Marci no había comido, estuvimos en casa de unos amigos (ya podréis perdonar que no me acuerde de los nombres) y tras el café nos llevó en su coche a Campos de Criptana, un montecito que como todos los montecitos de la zona está lleno de molinos. Este es el reportaje que hizo Fata mientras Marci y yo arreglábamos el mundo.
Muchas gracias a Marci y Mª Carmen por todo. Valga esta foto como agradecimiento
De vuelta a Alcazar de San Juan, vuelta a ponerse los cascos, coger la moto y Marci nos hizo de guía hasta la salida del pueblo en su flamante moto, desde donde, ya de noche, fuimos a Tomelloso.
En Tomelloso nos estaban esperando dos parejas de moteros, que viendo el tiempo (viento y lluvia) habían decidido ir de Valencia a Tomelloso en coche
. Besos abrazos, una tapita mientras Fata se duchaba, y luego una cena riquísima en un asador cercano al hotel. La máquina se quedó en la habitación, así que ni una foto. Pero el encuentro existió y la cena también.


Dicho todo esto, nos echaron del local donde cenamos y nos fuimos a tomar una copa, a Fernando le pusieron algo especial en el whisky. Desde luego algunos restauradores españoles deberían poner más cuidado. Gracias Pili, Pedro, Carmina y Fernando por acercaros, como siempre un placer compartir con vosotros.
Nos acostamos con la premisa de que si nos levantamos y no se habían despertado les dejáramos dormir.
Hasta aquí el día 1. A dormir que mañana hay que madrugar.
Ruta día 2
Toda la noche lloviendo, la moto y las calles empapadas, salimos a desayunar y miramos en internet la previsión del tiempo. Mala. Nos íbamos a mojar, así que con traje de agua todo el día.
La ruta la saqué de la página de BMW, uno había preguntado cómo ir desde Madrid hasta Úbeda y le empezaron a decir que si tal tramo que si mejor tal otro... yo me iba quedando con la copla y la verdad es que con buen tiempo, tiene que ser la monda.
La bajada a Ayna me pareció espectacular, hay las fotos que hay ya que lloviendo y con mucho frío, bastante hizo la pobre Fata. Se nos mojó la cámara y su funda al final del día parecía más una esponja.
El primer tramo es muy castellano, rectas infinitas, liebres, perdices... todavía se estaba despertando todo.
De pronto entras en la Sierra del Segura y la cosa empieza a cambiar. Ni una recta en muchos kilómetros
Y unos paisajes nada castellanos.
Se han estropeado muchas fotos por el agua en el objetivo o por el frío de la fotógrafa que no tenía sensibilidad en los dedos, pero hay que agradecer su esfuerzo.
Las inclemencias del tiempo no invitaban ni a parar ni a recrearse subiendo a ningún mirador. Tenía en mente parar a ver el Nacimiento del río Mundo, pero era Domingo de Resurrección y había más gente con el mismo plan, enlatados y formando un barrizal que invitaba a todo menos a meterse.
A ratos carreteras muy buenas y a ratos se estrechaba mucho.
El agua no nos daba un respiro.
Así que pusimos la directa hasta Huéscar donde pretendíamos comer, pero buscando un restaurante me pasé de largo y seguimos hasta el siguiente pueblo.
Todo esto con buen tiempo tiene que ser alucinante, no era el caso.
¿Vistas?
Paramos a comer sopa, sí sopa

Y por fin llegamos a Baza, a todo llover. Coger la habitación, ducha de agua hirviendo y siesta, que no quería ni hablar de salir otra vez. Tras la siesta se impuso la cordura y dimos un breve paseo por Baza.
¿De qué es la tienda?
Y tras una cena malísima, lo que tiene no conocer los sitios, nos fuimos a la cama viendo con desespero cómo no paraba de llover, tronar...
Día 3 Baza-El Rincón de la Victoria.
Ruta día 3
Nos despertamos a todo llover, la moto empapada, pero mirando la previsión, a partir de las 9h daban sol o por lo menos dejaba de llover. Pagar, recoger y a la moto con trajes de agua que dejaron de tener sentido a los 40 kilómetros, pero como hacía frío, tampoco estorbaban.
La ruta nos llevaba a subir el Puerto de la Tetica, bajar Velefique, visitar Almería, subir Trévelez y Tony me había dicho una forma de bajar hasta el nivel del mar estupenda, que al final hubo que abortar. Fata había visto todo eso por internet y ya estaba con vértigo antes de empezar a subir nada. Un mal día lo tiene cualquiera y ese día le tocó a la fotógrafa oficial. También hay que decir que llevábamos dos días horrorosos de moto y sin ningún entrenamiento previo. El cansancio también juega en contra.
Empezamos a subir la Tetica
Empezaban a molestar los trajes de agua, el sol en aquella zona pica de verdad y el termómetro no paraba de subir, desde los 6º iniciales hasta los 24º que hacía en Almería.
Todos estos tramos una gozada de asfalto, aunque tanta curva cerrada termina cansando. Una cosa que no me había pasado nunca, era que el viento rebotaba en el monte y volvía. Primero te pegaba y luego tras rebotar volvía, creando unas turbulencias nada cómodas para rodar.

Aquí el GPS se volvió bobo. Por algo le llaman Tonto. Tampoco ayudan nada las indicaciones de la carretera. Yo quería ir al Cabo de Gata, para hacer la foto de recuerdo y así lo tenía. Pero me saca de la carretera para volverme a meter, para volverme a sacar en el mismo sitio y volverme a meter otra vez. Eso por un lado, por otro no habíamos parado desde que salimos de Baza y ya estábamos sudando cosa mala con los trajes de agua. Así que nos metimos en Almería capital, entramos en un bar y tras quitarnos la ropa de agua y beber en abundancia, decidimos irnos a Trévelez y el Cabo de Gata, que lo vimos de lejos, no pudimos hoyarlo.
Quede constancia y queda pendiente, una excusa para volver.
Vuelta a la moto y vuelta a la montaña. (Es Sierra Nevada, no Sierra Morena, perdón para los puristas)
Y nada de tráfico, que también se agradece
Paramos en Trévelez a comer. Yo jamón, como mandan los cánones y Fata un pollo de corral con patatas que según ella estaba buenísimo. Llamamos a Tony y le explica a Fata que la ruta que me había puesto estaba llena de curvas, que si mejor ir por Lanjarón... cuando venga a Bilbao lo mando por autovía. No me gustó tanto la bajada hacia Lanjarón.
Mucho tráfico, mucho pueblo para aterrizar en una autovía (Tony le dijo a Fata que había una nacional, pero no dijo hacia dónde había que tirar y pasamos 26 rotondas sin indicación alguna, así que camino de Málaga por la autovía de Granada. Nos va a sobrar tiempo.
Nos metemos en la N-340 y entre el tráfico, que era difícil adelantar, que hacía un viento del copón y para remate vi dos parejas de la G. Civil, decido tirar por autovía hasta el destino.
El GPS nos metió por un camino de mala muerte, pero al final encontramos el sitio tal y como me lo había descrito Tony. Llamada, abrazos, presentaciones, aparcar la moto, sacar las cosas, ducha reparadora y nos vamos a visitar Málaga en el coche de Tony.
Betty y Tony le iban explicando a Fata qué era cada cosa o su historia.
Y llamó Arbandit. Yo tenía muy claro que lo iba a ver, pero no me decía de qué hablaban. En su día me dijo que nadie que se acercaba hasta allí se quedaba sin conocerlo. No sabía si preparaban una encerrona con los de Málaga o qué. Todavía quedaba la ruta del día siguiente a la que podía sumarse....
A buscar un sitio para cenar, que me crujían las tripas ya.
Y empezó el desenfreno en un sitio muy típico de Málaga. El que quiera peces, que se moje el culo. Cenamos de cine.
No pica, ah sí pica un poco.... ¡cómo pica!


Y tras no sé cuántos platos de esos de picar, nos fuimos tomando un helado por la calle para rematar la cena tomando un café aquí.
Quien dice café dice cualquier cosa
Y ya en plena euforia etílica, se les ocurre llevarnos al Generalife, desde donde se ve Málaga desde las alturas. Lo que yo pude ver eran varios coches con un vaho sospechoso, probando las suspensiones con el motor apagado...



Yo me hubiera quedado hablando hasta las tantas pero me echaron a la cama. Luego me enteré que Tony no pudo dormir y se quedó leyendo.
Bueno que mañana toca más. Hasta aquí el día 3
Día 4 Rincón de la Victoria-Ronda
Ruta del día 4
Nos despertamos, yo dormí como un lirón y bajamos a desayunar. Definitivamente Betty no viene a acompañarnos y van...tengo mala suerte con las mujeres de los moteros, siempre se queda Fata sola. Cargar, piños, besos y nos vamos, esta vez con Tony de guía en su moto. Chachi.
Nada más arrancar, como me pasó el año pasado en Salamanca, se enciende el piloto del aceite, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, que Cristóbal está en Yamaha y que vamos a ver a Cristóbal, le diré lo que pasa para que me añadan un poco de aceite. Juer qué vueltas hay que dar para llegar a donde está Cristóbal, pero nada más entrar lo veo, él me reconoce con casco y todo y una vez hechas las presentaciones, dejamos la moto en el taller (125cc de aceite nececesitó La Machine) y nos vamos a tomar un café mientras seguimos arreglando España y charlamos sobre el periplo marroquí. Un placer haber conocido a Cristóbal, pero como era día de curro, no pudo ser más rato. No me dejó pagar ni los cafés ni el aceite, habrá que volver

Tras despedirnos, quitamos los forros de las chupas que el calor empezaba a picar. Iba a ser el primer día sin una gota de agua y el único. Vamos siguiendo a Tony muy formales.
Además de las piedras y cosas del camino, nos iba ensañando las vistas
Este tipo se puso todo contento cuando lo saludé como a un motero más.
Ritmo suave, que venía Fata detrás
Íbamos paralelos a la costa, pero por las montañas
Tony
Agua por todas partes, ha sido la leche todo el viaje.
De pronto Fata se da cuenta que estamos a 12 kilómetros de Málaga y llevamos casi dos horas andando. ¿Pero qué vuelta me estáis dando?

Le digo a Tony que Fata quiere pis, ni puto caso. Oye que hay que parar a beber y mear...ah vale, ahora me entero. Se para y nos dice, ¿nos desviamos a un centro comercial o seguimos camino? Tira hacia Ronda. Pues al pie de la letra, se pone a tirar y veo un bar, un restaurante un hotel.... le adelanto y me paro en el primero sitio que se puede. Había entendido que tirara hasta Ronda

De la subida de San Pedro de Alcántara a Ronda no hay fotos, se tenía que agarrar dice


Allí nos despedimos de Tony, seguimos sin ver a Arbandit (que tiene mucho curro) y tras tomar un refrigerio en la terraza del hotel, Tony se va y nosotros ocupamos nuestra habitación. Un placer haber conocido a Tony y a Betty.
Tras la ducha de rigor y vestidos de personas, nos vamos a la tienda de Juan. Que Toñi nos dirá qué tenemos que ver mientras ellos siguen trabajando y nos veremos cuando cierren. Llegamos, besos, nos da un mapa de Ronda y hala, a romper calzado.
Pongo fotos sin ningún criterio, según se iban haciendo.
13 euros la visita. ¿Y precio por grupo? No coló
La Serranía de Ronda
Y luego dice que la moto cansa.. mkwen..
Aquí un cachondeo con el camarero, porque no había tapa con la caña. Muy majo, conocimos a su hija, a su suegro...pero sin tapa nos dejó.
Las nuevas tecnologías...
Y por fin ya era hora de cerrar. Volvemos a la tienda, iban a cerrar, conocimos a Bruno hijo de Juan, al que acompañamos a casa, para que se hiciera una pizza y nosotros nos fuimos a cenar al sitio más chachi de Ronda para cenar de tapas, y si Juan dice que es ese, es ese. Previo, nos dio una vuelta en el coche dando toda serie de explicaciones, de qué barrio era qué barrio, el de los drogatas, el de las profesiones iba mezclando las explicaciones con historias de hoy y con historias de Historia. Pero acababan de cerrar el chiringuito y tras un día entero currando tampoco era cosa de hacer mucho más, así que nos fuimos a cenar.
Y tras cenar, viendo que no paraban de bostezar, amén que estaban cerrando el local, nos fuimos a tomar un café. Otro rato de charla y ahí Juan se dio cuenta de que le tocaba trabajar al día siguiente por la mañana (pensaba que tenía libre toda la mañana) Fuimos a comprobarlo a la tienda y efectivamente, estaba equivocado y no nos podía dedicar toda la mañana. Pues nada quedaríamos a primera hora que nos bajaría al Tajo. Nos llevó al hotel. En ese trayecto, decidieron que como iba a llover al día siguiente y Fata no se quería mojar, nos quedaríamos en Ronda. Además venían Lolomáximo y Calvoveloz desde Sevilla para comer. Así que Fata aprovecharía para dormir y quedaríamos cuando Juan terminara de trabajar a eso de las 12. Todo eso con nocturnidad y alevosía para que yo no me enterara. Claro que Fata me lo tuvo que contar en el hotel. ¿He venido hasta Ronda a dormir? Va a ser que no guapa. Mañana a las 9h desayunando y quedamos con Juan hasta que se tenga que ir a trabajar. He dicho

Y dicho esto, hasta aquí el día 4. Nos vamos a la cama. Mañana más.
Día 5 Ronda-Ronda sin ruta.
A Fata le convencieron de que iba a hacer malo, malísimo. De que en Ubrique no iba a encontrar nada que mereciera la pena, que los pueblos blancos estaban muy bien, pero lloviendo no era lo mismo... así que nos quedamos en Ronda.

Había quedado con visitar a Pegaso (Foro CBF) en Jimena de la Frontera y que luego nos acompañaría al resto de los pueblos blancos, pero dos cosas a la vez no se pueden.
Lo primero desayunar y avisar a Juan de que no íbamos a dormir hasta las tantas, así que cuando quisiera nos dijera dónde y allí estaríamos.
Nos viene a buscar en uno de sus "juguetes" como los llama él y nos siguió enseñando Ronda. Así da gusto, con alguien que se conoce toda la historia de su propio pueblo te enteras de cosas que tal vez ni el guía más avezado te cuenta.
Nos bajó donde baja a hacer fotos a los novios, en uno de los coches que utiliza para sus reportajes. Todo el pueblo se giraba al paso del 850. Pero nosotros a lo nuestro, a aprender y conocer. Desde cultura general hasta chismes históricos.
Así estuvimos hasta que tuvo que ir a trabajar, momento que aprovechamos para visitar las tiendas de Ronda, porque algo sí que llovió. ¿Una tienda de chinos aquí para comprar un paraguas barato? Chinos no, pero tienes los moros que son muy buena "hente"

Aprovechamos para tomar algo y nos metimos en una churrería... para qué seguir hablando.
Y en lo que se tarda en comprar dos tonterías aparecieron Calvoveloz y Lolomáximo desde Sevilla
Y sin más, nos fuimos a por otro de los juguetes de Juan, que seis no cabíamos en el 850
Pero a lo que íbamos era a comer, no a babear con los coches, que también.
Si no hay moto, lo importante es lo importante
Y a hacer más amigos, por supuesto. Algo fundamental en el mundo de las motos. Parece mentira lo que hace Internet, pero gente que no conoces de nada... de pronto es como si nos conociéramos de toda la vida
Con Lolomáximo, un gran tipo, aunque no hable mucho.
Calvo y Juan. Dos cachos de pan.
Las más guapas de todas las que había en la mesa
Otro día más, un placer compartir con semejante compañía
Y tras comer, Juan y Toñi tienen que volver a la tienda, Lolo y Calvo a Sevilla y nosotros aprovechamos para echar una siesta...
Las motos de los sevillanos
Tras la siesta, vuelta a buscar a Juan y Toñi en la tienda, y esta vez cenamos juntos con Bruno. Un sitio estupendo que nos dieron demasiado para cenar. No hay fotos y guardamos esta cena-despedida en nuestro rincón de los recuerdos. Muchas gracias por todo y un placer haberos conocido.
Después de cenar nos dieron todavía otro paseo para ver los puentes que nos habían enseñado de día pero de noche.
Y cuando ya nos despedíamos Juan se da cuenta de que no me había enseñado sus juguetes y ahí nos llevó.
Joyas sobre ruedas. Cuando me jubile haremos ese programa los dos. Prometido.
Y vuelta al hotel, a preparar las maletas que al día siguiente tocaba partir hacia Córdoba pasando por Priego de Córdoba.
Día 6 Ronda-Córdoba
Ruta día 6
Otra vez más vuelta a la rutina, la noche anterior dejar las maletas hechas a falta de los pijamas y la bolsa de aseo, levantarnos pronto, desayunar y tras pagar el hotel y despedirnos de Ronda, toca volver a la carretera esta vez en dirección de Priego de Córdoba que un buen amigo nos había dicho que no podíamos dejar de ver.
El día prometía, pero sabíamos que cerca de Córdoba nos llovería
Ya lo tenía asumido.
Me dejaba llevar por el GPS, pero hasta la tercera intentona no pudo meterse. Había dos tramos de carretera cortada.
La Guardia Civil estaba aconsejando rutas alternativas, yo seguí haciendo caso al GPS
Y todavía iba a llover más
Se puso a llover, a guardar la cámara pero para un poco pasé de ponerme el traje de agua. Llegamos a Priego y aquí lo difícil fue aparcar, pero aparcamos.
Y dimos un buen paseo por el pueblo.
Unas vistas magníficas tienen
Era bajarse de la moto y salir el sol. Para cagarse.
Vistas desde uno de los balcones
Y vuelta a la moto todo tieso hasta Córdoba con ducha incluida.
Desde el hotel llamamos a Fidel como habíamos quedado. Algo me había dicho Juan, que trasteando con la nieta se había deslomado y estaba hecho un trapo. Tras la entrada en el hotel, cambio de ropa y demás aparecieron Fidel y Pilar en coche. A partir de entonces estábamos a sus órdenes. Lo primero era comer.
Comimos formidablemente
Lo que viene ahora es un poco largo de contar. Yo soy amigo de un motero (Tino) que vive en Valencia y tiene un hermano motero (Juan) y sus raíces (entre ellas su madre) son cordobeses. Un día tonteando con una foto que puso la mujer de Tino, resultó que una de las hermanas de Tino conocía a Fidel, ya que vive puerta con puerta con la madre de Tino. Así que fuimos a saludar a la risueña señora, conocer a Juan y a su mujer Encarna y también conocimos a otro (no recuerdo el nombre) que era como de la familia.
Con Juan el hermano motero de Tino
Una encerrona en toda regla ya que estaban todos esperando con pasteles y todo.
Y tras las despedidas de rigor nos fuimos a ver Córdoba. Fidel estaba hecho un trapo, yo había estudiado en Córdoba 3 años así que algo conocía. De forma que quedamos que Fidel y yo tomaríamos algo en cualquier terraza mientras Pilar y Fata se pateaban la judería. Primero había que aparcar el coche y luego llegar a la judería.
Jamás había visto así el río
Quería pero no podía.
Y Fata hizo el reportaje que pudo perfectamente guiada por Pilar
Y por fin se dignaron en acordarse de nosotros, que menos mal que no nos dio por beber manzanilla, que tendríamos una tajá cosa mala.
Habíamos quedado con Juan (hermano motero de Tino y su mujer Encarna que nos iban a llevar a cenar a un sitio auténtico y a doy fe que era auténtico
Y hablando, hablando nos enteramos que Pilar llevaba despierta desde las 5 de la mañana y al día siguiente le tocaba volver a madrugar. El trabajo es el trabajo, así que nos despedimos y Juan nos llevó de vuelta al hotel.
Nos vamos a la cama con un buen sabor de boca y mañana toca el último día antes de la vuelta a casa. A dormir que ya es muy tarde. Hasta aquí el día 6
Día 7 Córdoba-Tordesillas
Ruta día 7
Tenía la moto seca y no había desayuno pagado en el hotel, así que decidimos salir directamente y desayunar en la gasolinera desde donde llamaríamos a un amigo de Fata que vive en Espiel. Para mi sorpresa, en vez de sacarnos por Córdoba, nos saca Brillante arriba por el parque de Los Villares, donde alguna juerga me corrí en mis tiempos de estudiante.
Todo muy bonito, pero la moto seguía seca y nosotros sin desayunar. Ya me metí en el primer desvío que pude y aprovechamos para desayunar a la vez que nos informábamos de dónde repostar. Estaba el cielo negro y se desató una tormenta del copón. Había por ahí desayunando soldados de Cerro Muriano que nos indicaron dónde había una gasolinera cerca. Llamamos al amigo de Fata y resultó que era amigo del sitio donde desayunaban los soldados y no nos dejaron pagar. 23 litros entraron. Mi récord en una moto.
De ahí a Espiel donde nos estaban esperando el amigo y su mujer para tomar algo. Quita traje de agua, moja un bar entero...

A ratos llovía, a ratos diluviaba, a ratos se despejaba y siempre con un viento y un frío del copón.
El de Espiel me recomendaba ir hasta Badajoz y de ahí por autovía hasta Tordesillas. Va a ser que no y no me arrepentiré nunca. Muy recomendable esta carretera. Tramos muy moteros unidos con grandes rectas que te dejaban disfrutar y avanzar a partes iguales.
El tramo de salida de Almadén (puerto Grande, puerto Rayo) o el de entrada a Ávila, (puerto Pico, puerto Menga....)
Comimos en la provincia de Badajoz todavía y enseguida llegamos a Talavera de la Reina (Toledo) a todo llover, así que ni parar.
Subiendo me acordé de la calzada romana que habíamos visto con Spawn, esta vez la vimos sin niebla, pero con lluvia y mucho frío.
Ya estaba cansado y Fata cabreada. Así que metí la directa, pasamos por Ávila y paramos en un bar regentado por dos rumanos que no entendían ni papa y para colmo no sabían ni dónde estaban. Pipí, dos cafés calientes, avisar a Cli de que llegábamos en menos de una hora y ahí me entero de que no va a venir. Y yo pensando en que íbamos a poder cenar con algunos de los de la zona además de con Cli. Otra vez será. Tiramos hasta el hotel de Tordesillas, calidad-precio, el mejor de este viaje.
Al no quedar con Cli ni saber nada de nadie, nos buscamos la vida por Tordesillas
Más frío que vergüenza. No sé qué temperatura hacía, pero el viento era gélido
Al final cenamos estupendamente y antes de las 22h yo ya estaba durmiendo, no tenía ganas de nada.
Tengo que pedir perdón a Acros, que al final sí que pasamos por su tierra, pero tampoco tenía su móvil para avisarle.
Hasta aquí el último día rutero, ya que el siguiente tocaba comer en Bilbao e iba a ser todo autovía.
Despedida y cierre.
Último día. Tordesillas-Bilbao
Ruta
Tras desayunar y pagar, nos vamos con la sensación de que esto se acaba. Hace sol y mucho frío, pero nada más pasar Palencia se transforma en lluvia, nieve y por Santander otra vez lluvia que nos acompañó hasta la puerta de casa.
Fata dice que en autovía no hace fotos, así que la tuve que hacer yo, esto es pasando Torrelavega, cerca del pueblo de Gamaha.
Han sido 2920 kilómetros, muchos amigos nuevos y la constatación de que vivimos en un país privilegiado.
Y eso ha sido todo amigos. El año que viene veremos dónde hace falta agua


